martes, 5 de febrero de 2013

la guerra de independencia de texas


La guerra de independencia de Texas

Hacia 1835, cuando muchos estaban decididos a insurreccionarse, los texanos debatían informalmente el tema. En julio de 1835, Austin fue puesto en libertad, pues no se le comprobó participación alguna en la rebelión, y llegó a Texas en agosto. Los texanos se sentían afrentados por el encarcelamiento de Austin, la brutal represión en Zacatecas, el exhorto al desarme de las milicias, la orden de repeler nuevos inmigrantes, y particularmente, por la abolición de la Constitución Federal. La gota que derramó el vaso fue el asesinato de un colono a manos de un soldado mexicano. Tras una pequeña consulta, la provincia de Texas decidió levantarse en armas contra el gobierno de México.

[editar]Victorias de los texanos

Antes de la consulta, y de acuerdo con el llamado nacional de Santa Anna al desarme de los ejércitos estatales, el coronel Domingo Ugartechea, destacado en San Antonio Béjar, ordenó a los texanos devolver un cañón donado por el gobierno de México, y que se localizaba en la población de González. Ante la negativa de los texanos, Ugartechea mandó entonces al teniente Francisco Castañeda con cien dragones a recuperar la pieza de artillería. Cuando llegaron a las playas del río Guadalupe, cerca de González, en la otra banda del río había dieciocho texanos que oponían resistencia. Sin poder cruzar, Castañeda estableció un campamento. Los texanos ocultaron el cañón y llamaron voluntarios. A este llamado respondieron dos grupos de milicianos. El coronel Henry Moore fue electo cabeza de los rebeldes, que aprestaron el cañón y dos balas. Un indígena llegó al campamento de los mexicanos y avisó a Castañeda que los rebeldes eran ahora cerca de 140. Todo quedó listo para la batalla de González. Esta batalla fue ganada por los texanos, que incluso llegaron a urgir a Castañeda a unirse a la sedición. Los texanos atacaron, y Castañeda decidió volver a San Antonio Béjar con los dragones.
El siguiente enfrentamiento entre mexicanos y texanos, con victoria para los segundos, fue la batalla de Concepción. A continuación, los texanos capturaron San Antonio Béjar, que era defendida por el general Cos. Cuando Austin dio la orden a sus milicianos de esperar y atacar el ejército de Cos, muchos de los voluntarios simplemente desertaron. En noviembre de 1835, el ejército texano estaba compuesto por unos 600 hombres. Los oficiales, a un tiempo, diseñaban la estrategia de ataque, pero también se preguntaban cuál era la causa por la que combatían a las fuerzas mexicanas. El sitio de San Antonio Béjar dio inicio el 12 de octubre de 1835 y concluyó el 11 de diciembre de ese mismo año, con la captura de Cos y su tropa.
Los remanentes del ejército texano, pobremente equipados y sin una perspectiva colectiva de la causa de la guerra, prepararon el avance rumbo a Heroica Matamoros, con intenciones de saquear el pueblo y obtener de él provisiones y recursos. Esta y otras misiones independientes restaron militantes al movimiento texano, y concluirían en un desastre en los meses siguientes.

[editar]El gobierno provisional de Texas: grupo de aventureros que no habían nacido en el Estado

En González, la consulta convocada un mes antes finalmente concluyó, cuando los delegados de las colonias constituyeron un quórum significativo. Después de un debate ríspido, finalmente se instituyó un gobierno provisional que no intentaba separarse de México, sino se manifestaba en contra de los centralistas. Henry Smith fue elegido gobernador, y Sam Houston fue designado comandante en jefe del Ejército Regular de Texas. Éste no era aún un ejército regular, pues el ejército de Austin estaba formado completamente por voluntarios. De esta suerte, Houston debió formar uno.
Los texanos tenían más tierras que dinero como base financiera para crear su ejército; una dotación mayor de tierra podría ser designada para aquellos que se enlistaran como soldados regulares. El gobierno provisional de Texas, además, estableció un servicio postal, y envió un cargamento de mercancía a los Estados Unidos, a cambio de 100 mil dólares. Además, ordenó cientos de copias de textos militares. El 24 de noviembre de 1835, Austin fue elevado a general. Se celebraron elecciones y Edward Burleson se convirtió en el sucesor de Austin.
Se cree que el motivo por el que no mostraron las intenciones de independizarse de México en la convención, abrigaban la esperanza de atraer a su causa a los elementos liberales y federalistas que estaban descontentos con el régimen centralista y el hecho de que no tenían asegurado un apoyo de parte de los Estados Unidos.

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